Condimento para guisos y sopas: La cebolla granulada se utiliza como condimento para dar sabor a guisos de carne, sopas de verduras, potajes y estofados, aportando un sabor rico y sabroso sin la necesidad de picar cebollas frescas.
Sazón para arroz y frijoles: La cebolla granulada se mezcla con arroz y frijoles cocidos para darles un sabor a cebolla sin la textura de la cebolla cruda, mejorando los sabores de estos platos básicos de la dieta latinoamericana.
Aliño para carnes y pescados: Se espolvorea cebolla granulada sobre carnes como pollo, res, cerdo o pescado antes de cocinarlos para realzar su sabor y darles un toque de cebolla.
Saborizante para salsas y adobos: La cebolla granulada se agrega a salsas caseras, como la salsa de tomate, el adobo para carnes a la parrilla o el marinado para pollo, para intensificar el sabor y la profundidad de la salsa.
Aderezo para ensaladas y acompañamientos: La cebolla granulada se puede mezclar con vinagre y aceite de oliva para crear un aliño sabroso para ensaladas o como aderezo para papas cocidas o puré de papas.
La cebolla granulada se elabora a partir de cebollas deshidratadas. Durante el proceso de secado (hidrólisis o liofilización), la cebolla pierde el agua, lo que le permite mantener su sabor durante el mayor tiempo posible.